Durante dos días a la semana realizamos sesiones de
psicomotricidad gruesa en las cuales se trabaja: la coordinación, la fuerza, la
resistencia, concentración, la vuelta a
la calma…
La psicomotricidad gruesa desempeña un papel fundamental en el
desarrollo armónico de la personalidad.
Psicomotricidad gruesa lleva al niño desde la dependencia
absoluta a desplazarse solos. Se trabajan el control de cabeza, sentarse, girar sobre sí
mismo, gatear, mantenerse de pie, caminar, saltar, lanzar una pelota. El desarrollo pasa de tener un control motor
grueso a desarrollar un control motor
fino perfeccionando los movimientos pequeños y precisos.
A continuación tendréis una demostración de los niños realizando
las sesiones de psicomotricidad.Un saludo
Marta, Inma y Cris